sábado, 7 de mayo de 2011

¿Qué pasa con Boca?

  A dos fechas del súper clásico, Boca no logra ganar de local sino
que apenas consigue empates agonizantes que producen en sus
hinchas estupores, insultos, mal humor y una fuerte crítica a sus
jugadores y técnico.

  El lunes se vio durante el primer tiempo a un equipo bien parado

con jugadores que presionaban la salida de su rival y que buscaban
un triunfo a través de los desbordes y centros para Palermo.

  Con un Independiente tímido, Boca llegó varias veces a
arco      
de Hilario Navarro con oportunidades irrepetibles en el resto del partido.
Una de ellas fue a los 5´ del primer tiempo donde Palermo tuvo un cara
a cara con el arquero que no pudo concretar luego de un tiro desde afuera
del área de Riquelme. Seis minutos más tarde Chávez intentó con un tiro
de larga distancia pero no pudo convertir. Así, tras  la recuperación de
Colazo, Mouche dio el pase para que Palermo convirtiera el 1 a 0.
De esta manera, se podía observar un Boca ordenado  (en comparación a
partidos anteriores) que iba hacia adelante en busca de otro gol pero con
una defensa que de a poco iba bajando su nivel.

  Segundo tiempo: Comenzó la debacle. Si bien el equipo entró sin
modificaciones ya no era el mismo anímicamente. Comenzó un ida y
vuelta que transformó a Independiente en protagonista del partido.

  Algo que llamó la atención fueron los cambios que realizó el técnico de
Boca durante la segunda etapa. En el primero suplantó a Clemente Rodríguez
por el juvenil Enzo Ruiz, algo que muchos hinchas quedaron extrañados
porque en realidad era por el otro extremo donde Boca no podía frenar los
ataques del Rojo; en el segundo, cambió a Palermo por Viatri, una costumbre
desde hace varios partidos; y en el tercero, tal vez el más cuestionado,
sacó a Riquelme por Erviti.

  A partir de ese momento Boca se transformó en un equipo ultra defensivo
que se dedicaba a rechazar hasta el cansancio los ataques, contragolpes
y cara a cara que Independiente hacía sobre el arco xeneize.

  Fue el cambio de actitud técnico y la decadencia de lo físico de Boca que
permitió que el Rojo se transformara en el conductor del clásico en la mismísima
Bombonera.

  Mientras tanto, Boca estaba metido en el arco de Lucchetti defendiendo los
tres puntos que se le escapaban de las manos. Pero esto no fue suficiente
ya que a los 32 del segundo tiempo llegó el empate de Independiente gracias
a un zapatazo del chico Villafáñez.

  Ante esta realidad, qué más se podrá decir de este Boca que lleva su
peor campaña en los últimos 20 años, que se encuentra por debajo de los
diez primeros y que va por el quinto torneo consecutivo sin estar entre los
punteros. ¿Será que Boca se está acostumbrando al fracaso y sólo se limitará
a ilusionarse con un súper clásico cuyo rival se encuentra en mejor situación
futbolística? 

  Ya no se puede vivir del recuerdo, el hincha necesita ver a un quipo que gane
y deje todo por su camiseta hasta el último minuto del partido.

                                                                         Naara MelodyCruz   

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